lunes, 14 de mayo de 2012

Santa María, con la vista puesta en su transformación en basílica


Santa María, con la vista puesta en su transformación en basílica





Templo de Santa María de los Reales Alcázares. Foto: Pilar Villar
Laura Martínez Espejo/Úbeda
La iglesia de Santa María abrió las puertas hace un año, tras su larga restauración. La rectoría  está satisfecha por estos doce meses de gestión del templo y defiende el cobro de la tarifa turística para acceder a este monumento ubetense, uno de los principales de la ciudad.
“365 días desde su reapertura y Santa María no es la misma”. Así lo cree el rector del templo, Juan Ignacio Damas, quien no ocultó que este templo se ve en la necesidad de “reinventarse”. A lo largo del último año, las distintas cofradías establecieron o recuperaron su sede canónica. Hubo jornadas importantes, como la Semana Santa, el Corpus o la novena de la patrona, la Virgen de Guadalupe. Con respecto al proyecto de nombrar a Santa María de los Reales Alcázares como basílica, el rector dejó claro que el proceso avanza, aunque lentamente. También se trabaja en la gestión del coro, además de un museo en la sala capitular. En la iglesia se organizan un sinfín de actividades en las que, según el responsable del templo, “todos los cristianos de Úbeda” tienen su espacio. “Es un templo importante, por su valor afectivo para los ubetenses”, aclaró.

EL NUEVO ESTATUS DE SANTA MARÍA

Fuente: Cruz de Guia Úbeda.

No cesan las polémicas en torno al templo de Santa María de los Reales Alcázares. Si en años anteriores éstas se centraban en la manera un tanto peculiar de abordar su “restauración”, ahora surge otra que está relacionada con la explotación turística del templo.
Desde principios del mes de mayo, se han cedido esos derechos de explotación a una empresa privada, con gran experiencia en el sector, que cobra cuatro euros por visitar un templo al que los ubetenses siempre habían tenido acceso libre (hay también otras tarifas). Si bien es cierto que se trata de la iglesia ubetense que, con diferencia, pasa más horas abierta, que Úbeda no es la misma que hace treinta años, cuando el templo se cerró al culto, y que su mantenimiento resulta costosísimo, no es menos cierto que ha surgido un sonoro movimientos de contestación formado, parece ser, por gentes temerosas de no poder ir a rezar al Santísimo o ante las imágenes de los distintos titulares de las cofradías que allí tienen residencia, más que con ciertas limitaciones.
Desde el principio el asunto no se explicó con profusión y el arcipreste de la ciudad, rector del templo, debió convocar a los medios a una extensa rueda de prensa en la que todo quedó explicado con la mayor nitidez: la apertura de Santa María conlleva unos enormes gastos, fijos y mensuales, que la Iglesia local debe sufragar. La entrada al templo será de pago para los turistas, pero no para los ubetenses que quieran acudir allí a rezar. Cruz de Guía ha tenido la oportunidad de comprobar que, fuera del horario de cultos, se puede acceder al interior del templo de forma gratuita, sin necesidad de certificar que se es ubetense, sino simplemente argumentando que uno va a rezar. La experiencia de otros fieles no ha ido en el mismo sentido.
Unas veces por desconocimiento, otras por mala fe y en otras ocasiones porque la empresa adjudicataria no aplica siempre un criterio uniforme y homogéneo a la hora de facilitar el paso libre a los fieles, tras esa rueda de prensa, en la que el asunto quedó meridianamente aclarado, sigue habiendo personas e instituciones que ponen en tela de juicio la medida. Muchas de estas personas e instituciones, curiosamente, jamás se han interesado por los temas relacionados con la Iglesia Católica, pero siempre han aprovechado para “dar leña al mono” cuando el río está revuelto y han intentado revolverlo más echando mano a asuntos tan lejanos y tan ajenos a este tema como son la exención del I.B.I. o la aportación voluntaria a la Iglesia Católica en el I.R.P.F. dejando de lado, con cierta subjetividad y con evidente mala intención, la labor social realizada, también en estos tiempos de ruina económica. En fin… ya sabemos lo que suele ocurrir cuando el río se revuelve: siempre suele haber pescadores que aspiran a obtener alguna ganancia.
Con el fin de seguir intentando apagar estos y otros fuegos que puedan surgir, la iglesia de Santa María de los Reales Alcázares se ha hecho un hueco en Internet y con espacio propio y bajo el nombre de dominio de santamariadeubeda.es ha abierto una web donde se explica a quienes quieran estar informados todo lo relacionado con las visitas, la celebración de las bodas, los cultos y la historia de la iglesia ubetense que más pasiones y devociones suscita. La web tiene un diseño sencillo y una información eficaz, que habrá que ir actualizando prácticamente día a día. Ahí residirá el secreto de su éxito o de su fracaso.
Ojalá que esta página se convierta en un instrumento más para calmar los ánimos, para aclarar el asunto y para que las cosas vuelvan a su cauce, tras algunos errores cometidos al inicio, los cuales seguramente son propios de una medida novedosa pero necesaria

domingo, 13 de mayo de 2012

Sigue a buen ritmo la campaña de recogida de firmas


Sigue a buen ritmo la campaña de recogida de firmas
Mientras tanto, a pie de calle sigue desarrollándose una campaña de recogida de firmas contra el cobro de la entrada que está siendo ampliamente respaldada. Los promotores de la idea, reunidos en un grupo de Facebook que ya ronda los 2.000 miembros (aunque no todos comparten opinión) plantean que no es justo que los ubetenses tengan que pagar. Entre las posibles soluciones por las que más apuestan destaca la que supondría dejar entrar gratis a todo el que enseñe el DNI y demuestre ser vecino de Úbeda, algo que se hace en muchos monumentos y templos de otras ciudades.
El arcipreste, que defendió el cobro asegurando que es necesario para mantener el templo, tenerlo abierto más tiempo y compaginar los cultos con las visitas, mostró también su receptividad a estudiar las propuestas cuya aplicación fuera posible dentro de unos márgenes. Así, esta recogida de firmas podría ser una buena oportunidad para abrir dos puertas: las del diálogo y las de Santa María.