Hablar de este hermoso templo es, pues, en una palabra, hablar de los ubetenses de todo linaje y casta; ya vivan entre nosotros, ya estén en tierras lejanas, porque a todos, de esta Iglesia el mismo nos inflama; y todos hasta la muerte la llevan dentro del alma (Foto de Eugenio Santabárbara).
A continuación, le exponemos esta poesía que el presbítero y poeta ubetense don Marcos Hidalgo Sierra, publicó en el diario “La Provincia”, de Úbeda el 30 de Agosto de 1934, con motivo de abrirse al culto dicho templo de Santa María, tras encontrarse cerrado cinco años por obras de restauración y restauración.
“Ubetenses, ya tenéis bellamente restaurada esta histórica Parroquia Ilustre, Real y Sacra, Iglesia de gran raigambre que llevamos en el alma, y que en pretéritos tiempos fuera Insigne Colegiata. Desde Fernando Tercero toda su grandeza data.
Dentro de sus viejos muros ella guarda nuestra historia. Hablar de Santa María es hablar de nuestra raza, porque su glorioso nombre a cada paso nos habla de artistas, sabios, guerreros, obispos, reyes y papas, cuyas muestras de cariño y de devoción preclara en capillas y sepulcros nos dejaron consignadas”.
“Hablar de esta insigne Iglesia es hablar de nuestra infancia con los fervoros primeros de nuestra piedad cristiana."
"Hablar de este templo augusto es evocar entre lágrimas las inefables ternuras de nuestra madre adorada cuando asidos de su mano a sus fiestas nos llevaba, y a los pies del Nazareno y de la Patrona amada a rezar, arrodillándonos, con fervor, nos enseñaba."
"Hablar de esta iglesia, clave de nuestras glorias pasadas, es hablar, con noble orgullo de nuestra Semana Santa, porque en sus amplios recintos nuestras procesiones hallan aquel delicioso encanto que les diera justa fama."
"Hablar de Santa María es hablar de fiesta magna, del Corpus Christi glorioso que en ella se celebraba con suntuoso esplendor de la fiesta hasta la octava."
"Hablar de Santa María es hablar con arrogancia de su púlpito famoso, de su prestigiosa cátedra, en donde insignes maestros de la elocuencia sagrada, las glorias, todos los años, de nuestra Patrona, cantan”.
“Hablar de este hermoso templo es, pues, en una palabra, hablar de los ubetenses de todo linaje y casta; ya vivan entre nosotros, ya estén en tierras lejanas, porque a todos, de esta Iglesia el mismo nos inflama; y todos hasta la muerte la llevan dentro del alma”.
Úbeda, Agosto 1934.
Marcos Hidalgo Sierra.
Presbítero.”