28.03.11 - 01:53 - ALBERTO ROMÁN ÚBEDA
Casi 28 años de espera eran muchos, y convirtieron la cita en ineludible. Por eso, miles de ubetenses se acercaron ayer hasta la iglesia de Santa María de los Reales Alcázares en el día en el que se reabrían sus puertas, aunque no al culto, sino para un concierto. Todo el mundo quería ver el resultado de las obras acometidas en el interior, unas actuaciones tan repartidas en el último cuarto de siglo como cuestionadas. Aunque ayer no era momento de críticas, y las que hubo se vieron diluidas en la tremenda satisfacción que producía volver a pasear por el claustro o por su nave central y contemplar sus capillas. A la una de la tarde una gran multitud se agolpaba en la monumental plaza Vázquez de Molina con la intención de acceder al templo, que no se abrió hasta que no entró la Agrupación Musical Ubetense para ofrecer el concierto previsto. Quizá hubiera sido más acertado permitir la visita durante toda la mañana, con lo cual el paso de gente habría sido más escalonado. Y a la hora del recital se habrían quedado los realmente interesados, quienes habrían disfrutado mejor del programa previsto, el cual era de gran complejidad para los músicos y de gran belleza para los escuchantes. Se merecía haber sonado sin un murmullo constante de fondo y sin un continuo entrar y salir de personas. Pero claro, Santa María era la protagonista y era imposible acallar las impresiones de los visitantes. Algunos casi no la recordaban y otros incluso, por su edad, no la conocían por dentro hasta ayer. Cierto es que quienes sí tenían imágenes del templo en su memoria se encontraron una iglesia bien distinta y comentaban que antes predominaba el color blanco y no tanta piedra, o que la solería era de losa y no tenía brillo, o que el nuevo artesonado no tiene nada que ver con lo anterior. Pero por otro lado quedaron gratamente sorprendidos con el aspecto global y con espacios como la Capilla de Jesús o con el claustro. Y de forma generalizada, lo que menos gustó fue el sistema de iluminación, basado en focos y apliques color aluminio poco acordes al edificio. Una vez concluidas y recepcionadas las obras por parte de la Junta de Andalucía, responsable de las mismas y de toda la inversión, el templo se pondrá pronto a disposición del Obispado para que trabaje en su reapertura al culto, que dependerá del tiempo que se necesite para equipar la iglesia con todo lo necesario.
Apertura al culto
Desde ciertos sectores se habla de tenerlo todo preparado (o medio preparado), para el día 1 de mayo, jornada en la que se celebra la Romería de la Virgen de Guadalupe. Y es que, sería muy especial que la Patrona de Úbeda, en el año en que se celebra el 630 aniversario de su aparición, pudiera quedarse en Santa María tras su regreso a su ciudad, después de tantos años fuera de 'su casa'. Con respecto a la Semana Santa, las cofradías que utilizan esta iglesia podrán hacer sus salidas y entradas con total normalidad.