El 30 de septiembre de 1934, con motivo de la reapertura al culto de la iglesia de Santa María, el entonces prebístero del templo, don Marcos Hidalgo Sierra público en el diario “La Provincia” esta poesía:
Desde Fernando Tercero toda su grandeza data.
Dentro de sus viejos muros ella nuestra historia guarda.
Hablar de Santa María es hablar de nuestra raza, porque su glorioso nombre a cada paso nos habla de artistas, sabios, guerreros, obispos, reyes y papas, cuyas muestras de cariño y de devoción preclara en capillas y sepulcros nos dejaron consignadas.
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Hablar de esta insigne Iglesia es hablar de nuestra infancia con los fervoros primeros de nuestra piedad cristiana.
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Hablar de este templo augusto es evocar entre lágrimas las inefables ternuras de nuestra madre adorada cuando asidos de su mano a sus fiestas nos llevaba, y a los pies del Nazareno y de la Patrona amada a rezar, arrodillándonos, con fervor, nos enseñaba.
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Hablar de esta iglesia, clave de nuestras glorias pasadas, es hablar con noble orgullo de nuestra Semana Santa, porque en sus amplios recintos nuestras procesiones hallan aquel delicioso encanto que les diera justa fama...
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Hablar de este hermoso templo es, pues, en una palabra, hablar de los ubetenses de todo linaje y casta; ya vivan entre nosotros, ya estén en tierras lejanas, porque a todos, de esta Iglesia el mismo amor nos inflama; y a todos hasta la muerte la llevan dentro del alma.
Úbeda, Agosto 1934.
Marcos Hidalgo Sierra
Prebístero
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