miércoles, 17 de junio de 2009

Añoranza de Santa María.

Desde el pasado 18 de Julio de 1983, los ciudadanos de Úbeda, tenemos una espina clavada en el corazón. Numerosas generaciones todavía no conocen uno de los monumentos más representativos del Renacimiento, como es Santa María de los Reales Alcázares. Las últimas informaciones apuntan hacia la previsión de su apertura a mediados del año 2011. Aunque si colaborase en la última fase el Obispado y Cofradías, podría estar terminada antes.





La rehabilitación ha sufrido numerosos avatares a lo largo de los veintiséis años, que permanece cerrada. Con un trabajo muy complicado, de verdadera ingeniería, la iglesia de Santa María, se ha afianzado, consolidado y restaurado, quedando aún, muchos remates, como por ejemplo la desmantelada Capilla de Jesús.

El terrible espectáculo de sus pilares vencidos, que amenazaban la ruina y total desaparición del bello templo, se solucionó no hace muchos años, gracias a un complicado sistema de alivio de carga, que en algunos casos ha sido hasta de 100 toneladas y de gigantesca cimentación.

Lo que si resulta evidente, incluso a los ojos del profano, es la calidad de la obra que se ha llevado y se esta llevando a cabo.

Merece la pena poner en valor al emblemático monumento, cuyas obras se han retrasado más allá de todas las previsiones. Esperemos, que su apertura este cada día más próxima, al menos a tenor de que sea cierta la promesa del actual Director de Bienes Culturales del Gobierno Andaluz, Jesús Romero, ya que la anterior Consejera de Cultura, Carmen Calvo, prometió su apertura para los años 2002 y 2003.

La idoneidad del templo permitirá conciliar el culto religioso, conciertos de música clásica y las visitas de los turistas y de muchos ubetenses. De ahí que todos los ubetenses esperemos impacientes el momento en el que se reabra un templo muy conocido, aunque sólo en libros y en el exterior. Un día, hace algunos años, ardió el ciprés milenario que prestaba su lanza de espiritualidad a la penumbra del medievo claustro.


Iglesia, en que la base gótica florida de su construcción se ve soliviantada por los restos musulmanes, románicos, renacentistas, barrocos, neoclásicos, hasta constituir un conjunto que el historiador Juan Pasquau calificara de “…inigualable democracia artística, en la que todos los estilos pugnan por sobresalir y ninguno lo consigue en exclusiva”, y que según José Ángel Montero La Rubia nos comenta que existe una misteriosa leyenda, transmitida de generación en generación a la luz de las velas en muchos hogares del barrio de San Millán, que la iglesia de Santa María es victima de una antigua maldición, lanzada por un nigromante forastero y basada en el terrible mal de ojo. Así nos explicamos que desde 1396 este permanentemente en obras.

Como última curiosidad, una poesía del desaparecido … Manuel Martell López (dep); titulada Añoranza de Santa María.

¡Cuándo veré, otra vez, la Yedra aquella
en tu verja claustral entrelazada
y el gótico mirando de tu arcada,
nuevamente gozar obra tan bella!

¡Cuándo se hará pedazos mi querella
de puerta, tan querida, ver cerrada…!
¡Cuándo volveré a entrar, y mis pisadas
deje allí los fervores de mi huella…!

¡Cuando repicara tus campanario,
cuando vendrá a su altar nuestra Patrona,
y… cuando estará abierto tu Sagrario…!

Impaciente se siente mi persona
De rezar en tus bancos el Rosario
Y ¡poner en mis sienes tu corona…!

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