martes, 23 de junio de 2009

El 29 de septiembre de 1233 el rey San Fernando III...

La Puerta De San Fernando.
El 29 de septiembre de 1233 el rey San Fernando III[1] con su corte entró a la mezquita mayor de la ciudad por la puerta principal de la misma, para celebrar la victoria de la reconquista de la ciudad y consagrar la mezquita en iglesia católica, al cual dieron el nombre de la iglesia mayor de Nuestra Señora de los Reales Alcázares y Nuestra Señora de la Asunción.
El acto de la consagración del templo se realizó en el mismo lugar que hoy ocupa el Altar Mayor de la Iglesia.
La consagración al culto fue realizado por el Arzobispo de Toledo, Don Rodrigo Ximénez de Rada.
En conmemoración a aquel solemne día y en recuerdo al santo rey se puso su escudo de armas en la fachada norte de la mezquita sobre el portillo principal árabe, la llamada puerta de San Fernando, en un estudio de investigación sobre la misma, realizado por el escritor ubedí y caballero 24; Juan Barranco Delgado.

La puerta de San Fernando fue ocultada en 1612, tras la edificación de la actual fachada de la Adoración de la clausurada iglesia de Santa María de los Reales Alcázares. Conservada en perfectas condiciones, fue la puerta de acceso desde la ciudad a la clausurada iglesia. Es reedificada posteriormente en estilo románico, hoy aparece incluido dentro de una de las dependencias que en un futuro será la nueva sacristía de la iglesia, una vez que finalicen las interminables obras del templo. El escudo oculto en el siglo XVII fue descubierto e instalado en su actual ubicación, por Alejandro Monteagudo, [2]Prior de la Iglesia en el siglo XIX.

Como ya hemos visto, Santa María es la iglesia más unida a la historia de Úbeda, es sin duda la Antigua Colegiata de la ciudad. Fue la tercera iglesia más importante en dignidad del Santo Reino y sigue cerrada, desde 1983 al culto, debido a unas interminables, y no siempre certeras, obras de restauración. El templo data de los siglos XIII; XIV; XVI; XVIII; XIX e incluso pertenece al siglo XXI, por el nuevo aspecto que presenta su interior, debido a la consabida restauración. En ella conviven armoniosamente todos los estilos incluso los que no ha dado conocer el arte. Lo más interesante son sus fachadas, el bellísimo claustro, las capillas del interior y la rica rejería del interior.

[1] Fernando III de Borgoña, llamado el Santo, fue Rey de Castilla (12171252) y de León (12301252). Es también conocido como Santo Rey Don Fernando, que fue canonizado por la Iglesia Católica en 1671, siendo papa Clemente X .
Hijo del rey
Alfonso IX de León y de Berenguela de Castilla, el Papa Inocencio III en 1204 declaró nulo el matrimonio alegando el parentesco de los cónyuges, tras lo cual Berenguela volvió a la corte de su padre (el rey de Castilla) con todos sus hijos.
Tras la temprana muerte del rey de Castilla
Enrique I, hermano menor de su madre y la abdicación de ésta, obtiene en 1217 el reino de Castilla. Una vez nombrado rey, tuvo que enfrentarse a la casa de los Lara por una revuelta nobiliaria, fomentada por el vecino rey de reino de León. Contrae matrimonio con Beatriz de Suabia (1219). A partir de 1224, aprovechando las discordias surgidas entre los almohades a la muerte de Abu Yacub Yusuf, dedicó su esfuerzo a dirigir las campañas de conquista de los territorios dominados por los musulmanes, combinando hábilmente las acciones diplomáticas con beneficiosas intervenciones bélicas que se valían de las discordias existentes en los distintos reinos musulmanes. Así, entre 1225 y 1227 las tropas castellanas conquistan Andújar, Martos y Baeza, lugares clave para la conquista de Andalucía.
Tras lograr la unión de sus reinos, se dedica de manera sistemática a la conquista del valle del Guadalquivir. En 1231 conquistó el pueblo de
Cazorla en Jaén, junto al arzobispo de Toledo, Don Rodrigo Jiménez de Rada. En los años siguientes cayó Úbeda, en 1233. Y Córdoba en 1236. Desde entonces fue avanzando por el Guadalquivir. Jaén es conquistada tras años de ataques en 1246 y en noviembre del año 1248 se apodera de Sevilla, tras quince meses de asedio y con el auxilio del marino Ramón de Bonifaz, a quien el rey había encargado en 1247 la formación de una flota con naves procedentes del Cantábrico y con la que habría de remontar el río Guadalquivir y completar el cerco sobre la ciudad. A la toma de Sevilla siguió la de Medina Sidonia y Arcos de la Frontera entre otras. Cuando falleció en 1252, preparaba una expedición contra el norte de África, tratando de evitar las posibles amenazas que pudieran proceder de esa zona.

[2] Desde el siglo XIII hasta el siglo XIX, fue iglesia Colegial, obteniendo el templo muchos privilegios.

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