Los misteriosos “hombres verdes” del arte medieval
Por Javier García Blanco | Arte secreto –Hombre Verde en el Claustro de Santa María; |
Representación de "hombres verdes" en la abadía de Santa María de Laach, Alemania | Crédito: Wikipedia.
Cuando visitamos una iglesia o catedral medieval —y en especial en
las islas británicas— no es extraño encontrar entre su decoración
representaciones de una llamativa cabeza de aspecto humano formada por hojas o acompañada de elementos vegetales que salen de su boca o su nariz.[Relacionado: Dólmenes y menhires en templos cristianos]
Teniendo en cuenta el variado y a menudo complejo simbolismo del arte medieval, puede que la presencia de estas cabezas o "máscaras vegetales" no llame demasiado la atención. La cosa cambia, sin embargo, cuando averiguamos que se trata de un motivo de origen pagano, ya presente en obras de arte romanas e incluso anteriores.
Pero, ¿qué hace un símbolo pagano representado en un santuario cristiano? Como ya hemos explicado en otras ocasiones, la Iglesia —en especial en sus primeros siglos, cuando el cristianismo carecía de una iconografía asentada—, no dudó en asimilar símbolos paganos, a los que posteriormente otorgó un sentido afín a la doctrina cristiana.
Cabeza foliada (derecha) en una de las hojas del cuaderno de Villard de Honnecourt | Crédito: Wikipedia.
En el caso de estas cabezas con roleos y tallos vegetales —que a menudo surgen de la boca, la nariz o los oídos de estas figuras—, no hay duda de que el motivo llegó a los templos románicos a través de la influencia de piezas de arte romano, donde solía aparecer en sarcófagos, casi siempre como motivo decorativo.
Algunos autores sugieren que el origen de esta singular representación, conocida también en el ámbito anglosajón como "hombres verdes" o "máscaras foliadas", se remonta mucho antes de la Antigua Roma, y estaría presente —de forma más primitiva—, en la India y en las culturas mesopotámicas.
Por otra parte, en Gran Bretaña e Irlanda —quizá los dos territorios europeos donde más abundante es la presencia de los "hombres verdes"—, ciertos estudiosos apuntan a un origen celta para esta enigmática iconografía.
En cualquier caso, y proceda de dónde proceda, lo cierto es que su significado exacto sigue siendo un misterio para los especialistas. Parece evidente, dada las características y los temas en los que aparece representado, que tuvo siempre un sentido relacionado con la fertilidad, la regeneración de la naturaleza y el renacimiento. De hecho, a menudo se le conoce también como "hombre de la primavera".
"Hombre verde" en un capitel de la abadía de Saint André-le-Bas en Vienne | © Javier García Blanco.
En los sarcófagos romanos, por ejemplo, aparece casi siempre asociado a representaciones del dios Baco —el Dioniso griego— y sus celebraciones festivas, un culto que estuvo directamente relacionado con la fertilidad, la agricultura y la idea de muerte-resurrección.
En lo que respecta a su sentido dentro del arte cristiano medieval, algunos autores han sugerido que en ciertas ocasiones podría estar haciendo alusión al pecado de la lujuria, aunque la interpretación más extendida alude también a la idea de fertilidad y renacimiento.
En este caso, la interpretación más evidente relacionaría estas representaciones con Cristo y su resurrección. No en vano, buena parte de los motivos vegetales de estos "hombres verdes" o máscaras foliadas están compuestas por tallos y hojas de vid, una planta de la que se obtiene el vino, símbolo de la sangre de Cristo.
Máscara vegetal en la clave del tímpano de Santa María la Real de Olite | Crédito: Wikipedia.
Sin embargo, en otras ocasiones esta interpretación se hace más difícil, y quizá estas "cabezas vegetales" cumplan otro papel, quizá meramente decorativo, como sucedía a menudo en las ilustraciones de manuscritos iluminados. De hecho, a partir del Renacimiento los "hombres verdes" siguieron utilizándose en edificios y obras de arte, por lo general con un sentido puramente ornamental.
[Relacionado: Bestiarios: criaturas simbólicas del arte medieval]
En España —aunque no se llega a la abundancia de Inglaterra, Escocia o Irlanda—, no faltan representaciones de estos sorprendentes "hombres verdes", y encontramos ejemplos notables en templos como la iglesia de Santa María la Real de Olite, en Navarra, la fachada de las Platerías de la catedral de Santiago de Compostela o el claustro de Santa María de los Reales Alcázares, por poner sólo algunos ejemplos.
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