jueves, 8 de octubre de 2009

El Cristo De los Cuatro Clavos


Talla anónima posiblemente de los siglos XIV o XV; que se veneraba desde 1976 hasta 1983; en el testero del Altar Mayor de la Iglesia de Santa María. Hoy se venera en la Iglesia de San Pedro. Úbeda. (Jaén).

La escultura más antigua que conserva, la Iglesia de Santa María; es la talla gótica del Cristo de los Cuatro Clavos. Se trata de una curiosa representación del Crucificado con Cuatro Clavos y muerto. Pensamos que pueda tratarse de una obra del siglo XV de carácter popular. A Cristo se le representa en una inverosímil contorsión de dolor que hace, que cuerpo, brazos y piernas se arquee de forma tan pronunciada que deja ver todo el madero.

Santa María De Los Reales Alcázares, Abre Sus Puerta A La Cultura Y Al Culto…

Hablar de este hermoso templo es, pues, en una palabra, hablar de los ubetenses de todo linaje y casta; ya vivan entre nosotros, ya estén en tierras lejanas, porque a todos, de esta Iglesia el mismo nos inflama; y todos hasta la muerte la llevan dentro del alma (Foto de Eugenio Santabárbara).

A continuación, le exponemos esta poesía que el presbítero y poeta ubetense don Marcos Hidalgo Sierra, publicó en el diario “La Provincia”, de Úbeda el 30 de Agosto de 1934, con motivo de abrirse al culto dicho templo de Santa María, tras encontrarse cerrado cinco años por obras de restauración y restauración.

“Ubetenses, ya tenéis bellamente restaurada esta histórica Parroquia Ilustre, Real y Sacra, Iglesia de gran raigambre que llevamos en el alma, y que en pretéritos tiempos fuera Insigne Colegiata. Desde Fernando Tercero toda su grandeza data.

Dentro de sus viejos muros ella guarda nuestra historia. Hablar de Santa María es hablar de nuestra raza, porque su glorioso nombre a cada paso nos habla de artistas, sabios, guerreros, obispos, reyes y papas, cuyas muestras de cariño y de devoción preclara en capillas y sepulcros nos dejaron consignadas”.

“Hablar de esta insigne Iglesia es hablar de nuestra infancia con los fervoros primeros de nuestra piedad cristiana."

"Hablar de este templo augusto es evocar entre lágrimas las inefables ternuras de nuestra madre adorada cuando asidos de su mano a sus fiestas nos llevaba, y a los pies del Nazareno y de la Patrona amada a rezar, arrodillándonos, con fervor, nos enseñaba."

"Hablar de esta iglesia, clave de nuestras glorias pasadas, es hablar, con noble orgullo de nuestra Semana Santa, porque en sus amplios recintos nuestras procesiones hallan aquel delicioso encanto que les diera justa fama."

"Hablar de Santa María es hablar de fiesta magna, del Corpus Christi glorioso que en ella se celebraba con suntuoso esplendor de la fiesta hasta la octava."

"Hablar de Santa María es hablar con arrogancia de su púlpito famoso, de su prestigiosa cátedra, en donde insignes maestros de la elocuencia sagrada, las glorias, todos los años, de nuestra Patrona, cantan”.

“Hablar de este hermoso templo es, pues, en una palabra, hablar de los ubetenses de todo linaje y casta; ya vivan entre nosotros, ya estén en tierras lejanas, porque a todos, de esta Iglesia el mismo nos inflama; y todos hasta la muerte la llevan dentro del alma”.

Úbeda, Agosto 1934.
Marcos Hidalgo Sierra.
Presbítero.”

Santa María De Los Reales Alcázares; La Antigua Sacristía.


En un futuro, tras la terminación de la actual quinta fase de restauración del templo, estas dependencias de la antigua Sacristía y Sala Capitular, serán utilizadas, como fines culturales, por la Consejería de Cultura Andaluza (Fotos de Eugenio Santabárbara y Alberto Román).

Según la enciclopedia Católica, la Sacristía (del latín sacrastia) Es una parte del templo, o anexo a él, donde se guardan los ornamentos, los adornos litúrgicos, los vasos sagrados y otros artículos de valor, y donde se reúne el clero para revestirse antes de las diferentes ceremonias eclesiásticas. Corresponde al secretarium o diaconicum de antaño. Actualmente es práctica casi universal tener la sacristía directamente detrás del altar principal o a ambos lados del mismo. La sacristía debe estar provista de muebles y cajones, debidamente etiquetados, para los ornamentos correspondientes a los diferentes tiempos litúrgicos, en sus colores apropiados; un crucifijo o alguna imagen conveniente ante la que el clero debe hacer una reverencia antes de entrar al santuario o al regresar de él.

Las obras del interior que se realizaron en el siglo XVIII. .Forma un gran recinto rectangular de muros de mampostería con cornisa alta, con ménsulas sobre la que descansa una bóveda barroca encamonada rebajada; con una exclusiva decoración abultada de formas simétricas (Foto Eugenio Santabárbara).

La sacristía, situada en el tercer lugar del lado de la epístola se encuentra en una antigua capilla, que fue conocida, entre otros nombres, como de los Mercaderes o la antigua capilla de Nuestra Señora de la Merced. (Antiguo Mihrab de la Mezquita) La fundación data del siglo XIV y es el antiguo enterramiento de los Roque.

La portada, construcción probable del siglo XV, es el único elemento originario que ha permanecido, es una de las mejores del templo y presenta dos partes claramente diferenciados: una primera gótica y otra segunda del siglo XVIII. La parte del siglo XVIII, presenta arco de medio punto bajo friso, situado a la altura de la línea de impostas del arco gótico, y un gran tímpano con el relieve policromado de la Colegial y dos laureles de azucenas. Las obras del interior que se realizaron en el siglo XVIII. .Forma un gran recinto rectangular de muros de mampostería con cornisa alta, con ménsulas sobre la que descansa una bóveda barroca encamonada rebajada; con una exclusiva decoración abultada de formas simétricas. La sala capitular es de gran simplicidad.

En un futuro, tras la terminación de la actual quinta fase de restauración del templo, estas dependencias serán utilizadas, como fines culturales, por la Consejería de Cultura Andaluza.


La portada de la antigua Sacristía, construcción probable del siglo XV, es el único elemento originario que ha permanecido, es una de las mejores del templo y presenta dos partes claramente diferenciados: una primera gótica y otra segunda del siglo XVIII.