Juan Ignacio Damas en Santa María. ROMÁN
La
Asociación Plaza Vieja, en defensa de Úbeda, Patrimonio de la
Humanidad, ha hecho público el nombre de los galardonados con sus dos
premios anuales, uno destinado a destacar labores en positivo en lo
referente a la riqueza patrimonial y cultural ubetense y otro enfocado a
dar un toque de atención por algo que este grupo de ciudadanos
considera poco adecuado o acertado en el mismo ámbito.
De esta forma, por decisión unánime tomada en el transcurso de una
asamblea celebrada en días pasados, el Premio Plaza Vieja 2012 se ha
otorgado al escritor ubetense de novela histórica Jesús Maeso de la
Torre, «por su sensibilidad ante el hecho histórico y por el estudio del
legado patrimonial en nuestro ámbito cultural, que quedan reflejados de
modo patente en todas sus novelas».
Asimismo, los miembros del colectivo reconocen su cooperación en
la organización y desarrollo del primer Certamen de Novela Histórica
Ciudad de Úbeda, organizado por Plaza Vieja, «en el cual se ha implicado
de manera profunda e intensa, haciéndolo cosa suya y aumentando por
ello el nivel de los participantes en las actividades que se han
desarrollado con motivo del mismo».
Jesús Maeso de la Torre. ROMÁN
Juan Ignacio Damas
Respecto al Premio León de Chocolate 2012, también por decisión
unánime, se ha otorgado a Juan Ignacio Damas López, arcipreste de Úbeda,
«porque tan solo unos meses después de que la iglesia de Santa María de
los Reales Alcázares le fuera entregada al Obispado, tras veintiocho
años de obras en los que las administraciones públicas invirtieron casi
siete millones de euros destinados a su restauración, decidió cobrar
cuatro euros por visitar este emblemático monumento ubetense».
Según recuerda Plaza Vieja, las obras del templo fueron costeadas
íntegramente sin que la Iglesia católica aportara un euro y sin que la
Junta de Andalucía hubiera previsto y exigido, mediante un convenio
previo a su apertura, «una utilización de este edificio por todos los
ciudadanos distinta a su uso religioso, comprometiendo de ese modo al
Obispado a compartir este espacio monumental que le ha sido devuelto en
perfectas condiciones».
Igualmente, y una vez que el Arciprestazgo ha determinado cobrar por
la visita al templo más representativo de Úbeda, Plaza Vieja otorga este
premio en forma de tirón de orejas «por no haber tenido en cuenta a los
residentes en nuestra ciudad de manera que la entrada tuviera un coste
simbólico para sus habitantes». «El dinero público y los impuestos de
los ciudadanos deben ser respetados y Santa María debe ser gratuita del
mismo modo que lo fue hasta que fue cerrada al culto en 1983», apostilla
la junta directiva.