sábado, 22 de diciembre de 2012

“Santa María De Los Reales Alcázares, 30 años de Historia (1983_2013)






Cuando era un chaval, en el año 1.994 y contaba con la corta edad de quince años, realicé con mis buenos amigos y amigas de adolescencia, mi primera visita cultural a la entonces recatada ciudad de Úbeda. En aquella visita, el centro histórico ubetense, despertó en mí un cierto interés por el arte, la cultura y la historia que Úbeda, guarda entre sus muros centenarios.

No recuerdo mal, fue un lejano viernes Santo, lluvioso, de aquel citado año de 1.994, cuando aprecié con mis amigos, la salida de la procesión del Santísimo Cristo de la Caída y Nuestra Señora de la Amargura. Tras ver aquel desfile pocesional, nos aproximamos a las entonces clausuradas puertas de la iglesia de Santa María, para poder adentrarnos a su interior,… Entonces despertó en mi interior un interés más reciproco por Úbeda, y de una manera especial por nuestra querida iglesia de Santa María de los Reales Alcázares.

Un especial interés, en conocer todo el arte y la historia, que encierra entre sus muros, tan querida Iglesia, que en aquel entonces llevaba once años cerrada al culto. Meses después, llegó a mis manos un interesante artículo, del desaparecido periódico mensual y a veces bimestral Úbeda 30 días, titulado “Larga y Penosa Restauración” escrito por el historiador ubetense Antonio Almagro García. Aún así, despertó más mi interés por la espera de su apertura a la cultura y al culto. Entonces recordé mis vivencias de cuando tenía cuatro años, y entraba con mis padres a la iglesia, para ver la imagen de la Virgen del Gavellar.

Mis pequeños recuerdos borrosos del templo en una Semana Santa de 1983 cuando yo apenas contaba con la corta edad de cuatro años, y por relatos de otras personas, recuerdo… En donde actualmente han colocado el artesonado, había una serie de bóvedas pequeñas, creo recordar con ventanas dándole luminosidad al techo con bella decoración. En referencia a los recuerdos y colocación de pasos, te comento, que por ejemplo la cofradía de la Columna, colocaban sus tronos, el de la Virgen, delante de la capilla de Cristo de Medinaceli, justo en frente de la entrada. Y el trono del Cristo, se colocaba delante de la capilla de Santa Teresa de Jesús, justo al lado de la puerta de la sacristía. Los pasos de Nuestro Padre Jesús, se colocaban delante de la capilla de la Patrona. La Caída en la parte izquierda del altar Mayor, delante de la monumental capilla de Becerra. Y los del Santo Entierro delante de la capilla donde estaba la pila bautismal. Recuerdo que bajaba todos los días previos a la Semana Santa con mis padres, para ver como se realizaba el montaje de los pasos, y eso era una casi "obligación".


En aquel momento, para conocer como es el templo, cogía libros sobre Úbeda, de la Biblioteca de la citada ciudad. Como la segunda edición de “Biografía de Úbeda” de Juan Pasquau; “Guía Histórica Artística” de Úbeda, escrita por Arsenio Moreno Mendoza y sobre todo el libro “Santa María de los Reales Alcázares” de Antonio Almagro García. Buen material, sin duda, para mi inicio al conocimiento e interés de Úbeda.

Cabe decir, que si no hubiese sido por la larga clausura de la Iglesia de Santa María de los Reales Alcázares, no me hubiera gustado e interesado la cultura, el arte, las costumbres e historia de mi querida ciudad. Y tampoco, hubiera sido articulista de publicaciones locales Semana Santa. Recuerdos borrosos, gloriosos y misteriosos de aquel templo de 1.983, recuerdos que quiero que vuelvan a ser una realidad desde aquel 1.994.  Una ilusión, que por fin se hizo realidad, diecisiete años después, justamente  el pasado Domingo 8 de Mayo de 2011.


Algunos datos históricos relacionados con el templo, desde su restauración hasta después de su reapertura.

Desde hace muchos años el templo se ha visto amenazado en su estructura. Así en el siglo XVI se denunció en varias ocasiones su ruina; dos siglos mas tarde, en 1776, volvió a ser declarada ruinosa; en 1886 tuvieron que sujetarse algunos pilares para evitar su quiebra definitiva; entre 1913 y 1914 vuelven a reforzarse las naves laterales y la central fue atirantada; en 1931 los arquitectos Luis Berges y Torres Balbás realizan sendos informes sobre el estado ruinoso del templo. Y debido a los múltiples problemas de cimentación y estabilidad de la fábrica se procede a la clausura del templo. En las décadas de 1950 y 1960 se procedió a reedificar pilares, reparar arcos, cubiertas y un largo etcétera. El 18 de julio de 1983 cerraba sus puertas la antigua Colegiata ubetense. En ese momento, comenzaban unas larguísimas obras en el templo, a las que en marzo de 2011 se pone fin. Como quiera que Santa María de Úbeda es el tercer templo en importancia de la provincia, tras las catedrales de la capital y de Baeza, y dado que su singularidad histórica y artística la convierte en una referencia obligada en el marco del patrimonio monumental de Jaén; Santa María llena muchas páginas de la historia de Úbeda: en sus muros ha sucedido gran parte de la historia mayor de la ciudad, pero sobre todo, su claustro, sus naves, han acogido la historia menor, la «intrahistoria» de miles y miles de ubetenses. Santa María ha sido y es el templo de la Virgen de Guadalupe y de Jesús Nazareno, el templo de las grandes solemnidades, el templo de las celebraciones más importantes. Lo mejor de la historia de Úbeda se ha condensado dentro de Santa María. Por eso es un templo que pesa, que pesa histórica y espiritualmente, sentimentalmente, en la historia de Úbeda

Las obras de restauración se iniciaron en 1984 con una actuación de emergencia llevada a cabo por el Ministerio de Cultura, antes de producirse las transferencias en esta materia a la Comunidad Autónoma Andaluza. El primer arquitecto que llevó la obra fue Isicio Ruiz Albusac (Encargado de la reciente restauración del Ayuntamiento de Cazorla), quien procedió a la destrucción de las bóvedas barrocas de yeso, por pensar que eran las causantes de la ruina. Esta destrucción hizo que el templo acabara por desestabilizarse por completo.

Será Enrique Venegas quien tome las riendas de la restauración, haciendo un profundo estudio del edificio, consolidando sus cimientos inestables (verdadero causante de la ruina), así como sus pilares y arcos.

Desde que en 1989, se hizo cargo de la obra el citado arquitecto, se han realizado en nueve actuaciones, casi seguidas en el tiempo, que han consistido en el recalce de la cimentación y refuerzo de los pilares del templo; consolidación y saneado de algunos muros de fábrica; amarre y pilotado del muro de los pies del templo; sustitución de las arcadas laterales, consolidación e incrementado de las dos arcadas centrales y sustitución de cubiertas; resistencia de muros y cubiertas; reparación de las bóvedas góticas de capillas y algunas bóvedas del claustro, recogidas de aguas pluviales y saneamiento general de los patios y claustro; terminación interior de la mayoría de las capillas; aislamiento y retejado de las naves del templo y construcción de los artesonados de madera de las cinco naves del templo; consolidación y restauración de las portadas de la Consolada y de la Adoración; y por último una nueva iluminación eléctrica para el edificio, y la ejecución de una nueva bóveda de piedra tras la puerta de la Virgen de la Consolada. Además se ha intervenido en las dependencias parroquiales, en la antesala y sala capitular, sacristía y la reparación del contrafuerte de piedra de la fachada principal del templo, entre otras acciones. La última actuación se ejecutó en la capilla  de Jesús Nazareno.


Este templo que ha estado veintiocho años cerrada al público, debido a que sus obras no han sido seguidas, sino que se han realizado en varias fases que corresponde a fases de urgencia a las comprendidas entre los años 1983-1984, obras de mal restauración comprendidas entre los años 1986- 1987, actuaciones de emergencia en 1989, obras de consolidación comprendidas entre 1992-1995 y como actuación de emergencia de consolidación entre los años 1997-1998. Y obras de restauración las ejecutadas entre los años 2000-2001, 2002-2003, 2004-2006, 2007-2008 y 2009-2011. Por lo tanto mencionar, que el templo ha estado veinte años en obras, las cuales han tenido un coste de más de seiscientos millones de la antigua peseta.

No exento de críticas, el resultado general de la restauración y salvación del monumento, ha manifestado mayor aceptación que la que se pensaba. Pero lo cierto es que solo cruzar su claustro te sobrecoge y adentrarse a su interior te impresiona.


Continuando con los datos históricos; El 18 de abril de 1996, en la Sala Julio Corzo del Hospital de Santiago, el arquitecto Enrique Venegas dio una conferencia sobre las obras de consolidación que se han desarrollado en este templo.

Día 5 de Abril de 1997, el pueblo de Úbeda se manifiesta ante las puertas de Santa María, en crítica de las eternas obras del templo, que la mantenía cerrada al culto.

En los últimos días del mes de Abril de 1998, la parroquia restaura las campanas de los campanarios de la iglesia. El 1 de Mayo, en la Romería, se hace por primera vez el volteo de campanas y se canta en el claustro, una Salve a la Virgen de Guadalupe, en reivindicación de su antigua sede. Desde ese año, hasta ahora, cuando es día de Romería, la Archicofradía de la Virgen de Guadalupe con su imagen, requiere la apertura de su antigua sede canónica, unos años ha sido dentro del templo y otros años fuera. Así mismo en los años 2007 y 2008 la Archicofradía con su imagen titular ante su capilla, se cantó la Salve y se gritó: “ésta es tu casa”. Lástima que la de “ésta es tu casa” sea la única y puntual reivindicación que los ubetenses hacen para que la iglesia de Santa María se reabra al culto. A finales de 1998, la Antigua Parroquia Mayor de Santa María se une con la Parroquia de San Pablo, formando una nueva Parroquia llamada Santa María – San Pablo a la que pertenece las siguientes iglesias Santa María de los Reales Alcázares, San Pablo, San Pedro y San Millán.

Finales del mes de Abril de 1999, el entonces Vicario José Lomas Mayas, se reúne con los Hermanos Mayores de las Cofradías Religiosas que tienen su sede canónica en este templo para fundar la “Asociación Amigos de Santa María”, con el fin de recaudar fondos económicos, para todo el mobiliario, objetos de culto, etc. Que necesite el templo una vez que esté abierto al culto cristiano.

El 15 de Abril de 2002, y en su visita oficial a la ciudad, de Su Alteza Real el Príncipe Felipe de Borbón, visita con el entonces Alcalde de la ciudad Marcelino Sánchez y otras autoridades civiles y religiosas las obras de Santa María.

Del 5 al 31 de Mayo de 2003, la Consejería de Cultura y el Excmo. Ayuntamiento de Úbeda organizan en el Palacio de las Cadenas de la ciudad, una Exposición Didáctica del Proceso de Restauración de la Iglesia de Santa María de los Reales Alcázares. En la cripta de este palacio, se da las siguientes serie de conferencias, Proceso de Restauración de la Iglesia de Santa María de los Reales Alcázares conferencia dada por el arquitecto restaurador don Enrique Venegas; don Antonio Almagro García, doctor en Historia del Arte da la siguiente Arqueología, Historia y Arte en Santa María…; y por último don José Domínguez Cubero, doctor en Historia del Arte, trata otra sobre Santa María…, un Foco Plateresco de la Rejería Andaluza. En ese mismo mes Antonio Almagro García presenta su obra SANTA MARÍA DE LOS REALES ALCÁZARES DE ÚBEDA: Arqueología, Historia y Arte. Es un exhaustivo trabajo de investigación sobre el templo ubetense de Santa María de los Reales Alcázares. La relación de contenidos que la conforman es la siguiente: Introducción histórica sobre los años en que se construyó el templo y sobre éste, a lo largo de la historia. Estudio arqueológico, histórico y artístico de la fábrica en su conjunto. Estudio detenido de los más grandes proyectos emprendidos en distintos momentos. Estudio de las capillas como uno de los elementos más caracterizadores del conjunto arquitectónico. Acercamiento a otras realidades del templo no tratadas con anterioridad. Por último, un estudio del proceso y el resultado de las obras, actuaciones, aciertos y desgracias por las que ha pasado la fábrica desde 1984 hasta 2011.

El 18 de Mayo de 2003 la iglesia abre sus puertas,  la Asociación Amigos de la Música y el Excmo. Ayuntamiento organizan un concierto de música sacra en la que actuó la Agrupación Coral Ubetense y Coral Úbeda Joven. La gran ocasión de entrar en la Iglesia, se hizo realidad.

El 3 de Julio de 2003, las campanas de Santa María, proclamaron la gran e histórica noticia: Baeza y Úbeda o Úbeda y Baeza, ya son Patrimonio de la Humanidad. Meses después y a finales del año 2004, comienza la cuarta fase de restauración. El 14 de Febrero de 2006, finaliza dicha fase de restauración con la terminación del artesonado, desde esa fecha no se ha hecho nada en el interior. El 28 de Abril de 2006, el nuevo Obispo de Jaén Ramón del Hoyo, visitó el templo y conoció el estado en que se encontraba. Por su parte en la misma visita, el delegado del Gobierno andaluz en Jaén, Francisco Reyes, anunció, que la Junta de Andalucía ha invertido en la restauración de Santa María de los Reales Alcázares de Úbeda más de 5,7 millones de euros, 'la mayor inversión que ha hecho la Junta en un edificio' de la Iglesia.



La empresa adjudicataria de la restauración de la fachada principal de la iglesia de Santa María de los Reales Alcázares de Úbeda comenzó en agosto 2007 las obras con la instalación de los andamios en la portada norte del templo. Una vez terminada la limpieza de la fachada mayor de Santa María, se procede a la limpieza de la fachada de la Consolada finalizada en Marzo de 2008.

El 23 de noviembre de 2007, y como viene ocurriendo desde hace tiempo en el citado mes, el grupo de ubetenses que se hace llamar Caballeros Veinticuatro protagonizó otro acto reivindicativo de tinte anecdótico, simpático e incluso algo 'gamberro' en defensa del patrimonio ubetense. Y de nuevo tuvo lugar ante la fachada de la emblemática iglesia de Santa María. También un año más, y ayudados de una escalera y cuerdas, colocaron una pancarta sobre la puerta principal en la que se podía leer: « ¡Enhorabuena!... pero... bodas de plata ¿ya! (1983-2008), con la que quisieron recordar que en este año 2008 se cumplen 25 años del cierre del templo para someterlo a unas interminables obras de rehabilitación.

La Comisión Provincial de Patrimonio de la Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía aprobó el 5 de marzo de 2008, la quinta y última fase del proyecto de rehabilitación de la iglesia de Santa María de los Reales Alcázares de Úbeda. El presupuesto previsto para esta intervención ronda los 2 millones de euros.

El pasado 5 de Julio de 2008, Decenas de personas respaldaron la iniciativa promovida por un grupo de ciudadanos ubetenses para protestar por los 25 años que llevaba cerrada la iglesia de Santa María de los Reales Alcázares debido a unas obras de restauración. Consistió en una concentración frente a la Puerta de la Consolada del emblemático templo, donde se colocaron cientos de velas encendidas para dejar testimonio del malestar de los ubetenses por el retraso de las mismas.

Después de casi tres años de paralización, en el mes de Diciembre de 2008, al fin dieron comienzo las obras de la quinta y última fase de rehabilitación que faltaba por hacer,...

A sólo unos meses de cumplir 28 años cerrada, la iglesia de Santa María de los Reales Alcázares de Úbeda abrió sus puertas el pasado 27 de marzo, aunque no al culto, pues para ello hubo mucho que hacer. Concretamente, acogió un concierto de la Agrupación Musical Ubetense basado en música religiosa, y fue una buena oportunidad para que los ubetenses pudieran comprobar el resultado de las obras que se han venido desarrollando en las últimas décadas en su interior.

Al fin llegó el deseado día… Santa María De Los Reales Alcázares, Abre Sus Puertas. Y se ha cumplido, 8 de Mayo de 2011, a las seis y treinta de la tarde, la iglesia, en procesión popular desde la iglesia de San Pablo, presidida por el obispo de la diócesis del Santo Reino, Ramón del Hoyo, y el entonces alcalde de la ciudad Marcelino Sánchez y otras autoridades civiles y religiosas, volvía, casi después de 28 años, a recibir a su Patrona, y Santa María quedaba de nuevo abierta, volviendo a reencontrarse con el culto, la cultura, con su pueblo, con su propia historia y con Jesucristo.

Últimas noticias importantes tras la reapertura de la iglesia; 28 Años Después, En Junio de 2012; JLa Solemnidad del Corpus vuelve a Santa María; Celebración II encuentro Nacional de Virgenes de Guadalupe, celebrado en Úbeda durantes los días 18 y 19 de Junio de 2.011. La Imagen de Nuestra Patrona Ubetense, Vuelve a su Capilla. 
En Julio de 2011; Después de trece años de la unión de la Parroquia de Santa María de los Reales Alcázares y San Pablo, el emblemático templo que ha estado cerrado por las obras de restauración hasta hace poco, se desvincula de esta Parroquia y se le ha concedido un estatuto jurídico especial para que dicha Iglesia sea autónoma. Según ha explicado el Arcipreste de Úbeda, Don Juan Ignacio Damas, la razón fundamental de esta acción reside en la intención de que Santa María adquiera el título de Basílica ya que cumple algunos de los requisitos necesarios para este nombramiento como ser arquitectónicamente importante, que sea foco espiritual para una cantidad numerosa de fieles que acuden a él, y que en él se de culto al Señor, la Virgen o a un Santo cuya devoción a la imagen que allí se venere sea grande y traspase los límites de una sola comunidad.
Domingo 4 de Diciembre de 2011 - Iglesia de Santa María de los Reales Alcázares.Reapertura de la Capilla de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno,…
Mayo 2012; Santa María, con la vista puesta en su transformación en basílica; Malestar por el cobro de la entrada para ver Santa María;…Desde el 1 de Mayo de 2012; una empresa se encarga de gestionar la entrada a la iglesia de Santa María de los Reales Alcázares de Úbeda, una decisión tomada por los responsables del templo que, con esta concesión, pretenden que el monumental edificio permanezca abierto a la visita el mayor tiempo posible, algo que no resultaba fácil por la falta de recursos económicos y humanos. La idea es obtener fondos para compaginar los cultos y los recorridos turísticos, así como para el mantenimiento habitual de la iglesia.
La entidad en cuestión es Palacios y Museos (Aldeasa) que ya gestiona otros importantes centros turísticos y monumentos como el Palau de la Música de Barcelona, el Museo Arqueológico Nacional, la Biblioteca Nacional, las cuevas de Altamira y Nerja, los monasterios de El Escorial y del Valle de los Caídos, el Palacio Real de Madrid o las catedrales de Córdoba, Cuenca, Granada, Málaga, Santiago de Compostela, Sevilla y Toledo.

Septiembre 2012; Santa María de Úbeda prende la mecha en toda España; “Mis antepasados pagaron Santa María. Mis impuestos han pagado Santa María. ¿Por qué tengo que volver a pagar? Lo siento, pero yo no pago”. Con esta declaración de intenciones se abre la página de Facebook que ya cuenta con más de 2.100 seguidores, sobre todo ciudadanos cofrades, en contra del cobro de la entrada en el templo de Santa María de los Reales Alcázares de Úbeda (Jaén), el caso más significativo que ha servido a la Junta de Andalucía esta semana para plantarse ante la Iglesia y defender que el patrimonio restaurado con dinero público debe abrirse al disfrute de los ciudadanos.
Y no les falta razón a los promotores de la movilización ciudadana en las redes sociales. El templo, una de las principales señas del Renacimiento andaluz, se había convertido en la joya más oculta para toda una generación de ubetenses puesto que abrió sus puertas en abril del pasado año después de 28 años cerrado por su estado de ruina y abandono. Durante este tiempo, la Junta invirtió casi siete millones de euros en los trabajos de restauración, que costeó al 100%.
En Noviembre de 2012; El consejero andaluz de Cultura, Luciano Alonso, recordó este viernes al arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, con quien ha tratado sobre la conservación del patrimonio histórico, que los monumentos propiedad de la Iglesia deben abrir un mínimo de días gratuitamente, según marca la Ley 14/2007, de 26 de noviembre, del Patrimonio Histórico de Andalucía.

18 de Julio de 2013; Treinta Aniversario del Cierre al Culto de la Iglesia, que fue de nuevo reabierta al Culto el 8 de Mayo de 2011;…

Aquí termino sobre la Iglesia Mayor de Úbeda, ya que: “Hablar de este hermoso templo es, pues, en una palabra, hablar de los ubetenses de todo linaje y casta; ya vivan entre nosotros, ya estén en tierras lejanas, porque a todos, de esta Iglesia el mismo nos inflama; y todos hasta la muerte la llevan dentro del alma”.

Fuente:
Blog Santa María de los Reales Alcázares; Iglesia Mayor de Úbeda.
Ideal Jaén.
Úbeda Información.
Santa María de los Reales Alcázares de Úbeda: arqueología,...
Antonio Almagro García.



Un mes para la Fiesta de Jesús en Santa María de Úbeda

El próximo Domingo día 20 de Enero de 2013, se volverá a celebrar en la Iglesia de Santa María y por segundo año, tras la reapertura del templo la tradicional Novena y Fiesta Principal de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y para tal ocasión quiero publicar un articulo del humanista ubetense Juan Pasquau Guerrero,...




A mediados de enero, la «fiesta de Jesús», polariza en Úbeda un estilo. A estas alturas –¿alturas?–, cuando se quiere que pongamos todos nuestros relojes de acuerdo con la hora desacralizante, la celebración de una fiesta religiosa es en Úbeda «noticia». Cosa un poco rara, ¿eh? El hecho es que a la «fiesta de Jesús» vienen ubetenses –«hermanos de Jesús»– que habitualmente tienen su residencia fuera de la ciudad, incluso en puntos alejados de España. y esto, ¿por qué? Estimo que se debe a que la celebración de la fiesta de Jesús Nazareno marca el comienzo cada año de una etapa en la vida de la ciudad. Estimo que es porque en esa fecha –precisamente en esa fecha– la fuerza de gravedad de la Semana Santa empieza a hacerse sensible y palpable en nuestro pueblo. Ya, a partir de ahora, las distintas cofradías empiezan a organizar sus cultos, sus actividades. Una «movilización», en fin, de Úbeda se inicia.

El domingo hacía un día lluvioso, frío, desapacible. A las diez de la mañana, en Santa María de los Reales Alcázares, había un «lleno». No señor; a mi no me repugna aludir a los «llenos» en las iglesias ni lo estimo impropio. Lo considero digno de resaltar en este tiempo de «capillitas» religiosas y de templos vacíos; es decir, en esta época en que alguien preconiza liturgias de circuito cerrado; liturgias distantes del gran culto comunitario que da fuerza, intensidad y temperatura a las celebraciones piadosas... Era lluviosa, digo, la mañana y, en la iglesia de Santa María de Úbeda, una multitud se adensaba expectante. ¿Expectante ante el espectáculo? No se trata de espectáculo. Era una comunión –diría yo que de los que se fueron y de los que estamos, de los muertos y de los vivos– en que la tradición, en el mejor sentido de la palabra, volvía a actualizar su viva vigencia, su fértil sugestión sobre los ánimos tan frecuentemente desamparados, hoy, del abrigo de indeclinables certezas, de actitudes inequívocas.

En la fiesta de Jesús había hombres y mujeres de todas las generaciones. ¿Quién cree que los jóvenes no están o huyen de estas manifestaciones religiosas comunitarias que hay quien moteja de desfasadas o antiguas cuando nada más son genuinas; cuando lo que sucede es que, en ellas, no se mixtifican fervores ni pretenden justificarse «snobismos», que pasan o intentan pasar por aperturismos?

El padre Moneo, jesuita de la mejor estirpe ignaciana, pronunció en la «fiesta de Jesús», en Santa María de los Reales Alcázares de Úbeda, un espléndido sermón. Expuso a los cofrades de Jesús Nazareno esa «interpretación cristiana del dolor» –interpretación que Cristo plasma en la imagen con la cruz al hombro– hoy tan poco recordada en una atmósfera social cuyo punto de saturación de consumismo al servicio de la comunidad y del placer, empieza a rebasarse. Pero sí; esto que acabo de escribir es una frase del sermón. Así tiene que ser, porque sermón sin retórica, pero con esqueleto, sin grandilocuencia, pero con lógica vertebración de ideas, sin recursos lacrimógenos, pero pródigo en apelaciones a la verdad y al a razón, fue el sermón del padre Moneo, quien, muy al día, fiel a las auténticas doctrinas del Vaticano II, mostró la necesidad de restaurar en el alma del creyente la pureza de una conducta que no puede perder de vista las instancias a lo sobrenatural.

La «fiesta de Jesús» en la fría mañana de enero vuelve a poner un calor en Úbeda. Desde ahora, el calendario, de domingo en domingo, va a traer una confirmación a cada una de nuestras cofradías de Semana Santa, con la fiesta anual, con comunión eucarística de los cofrades, que respectivamente dedican a su titular; desde ahora, digo, el calendario conduce a Úbeda a su eclosión de fervores. No, no es sola y exclusivamente que la ciudad se prepare para sus procesiones. Esto sería –todos estamos de acuerdo– bastante poco. Porque la misión y empresa de las cofradías debe estar, y de hecho está, más acá y más allá de las procesiones. Si bien, no puede decirse que las cofradías cumplan a la perfección su misión, si cabe afirmar que en muchas ciudades, como en Úbeda, son las cofradías los núcleos de acción cristiana organizada con más radio de influencia y con mejores posibilidades de eficacia.

Sería casi infantil propugnar una acción cofradiera ceñida nada más que a la procesión. Ahora bien: están convencidas las Cofradías de Semana Santa de que la procesión, lejos de significar un espectáculo, es una manifestación que quiere contagiar a la calle de unas inquietudes, de unos misterios, de unos sentimientos que no son para celarse, para guardarse ni en el recinto cerrado de cada conciencia ni en el ambiente de los templos. Porque la calle –escenario tantas veces de lo trivial– debe impregnarse, al menos una vez al año, del sentido de lo trascendente. Porque la calle, mil veces escaparate de lo cotidiano y más de una vez vertedero de lo que empieza moralmente a pudrirse, debe saber, también, de la Cruz de Cristo y del Cristo de la Cruz. Ya que –decía el padre Moneo– ahora vivimos tiempos en los que se quiere a Cristo sin la cruz y a cruces sin Cristo.

En las cofradías, por debajo del recamado de sus apariencias festivales, hay acumulada una sapiencia y una piedad de siglos. Las cofradías no pueden arriar su bandera, medrosas a la última moda del viento. Las cofradías están seguras de sí mismas. Dispuestas a ahondar cada vez más en interioridad cristiana y en acción cristiana. Sumisas a cualquier sugerencia de la Jerarquía y del Magisterio Eclesial; no renuncian sin embargo a su vigoroso estilo de piedad, tan respetable por lo menos como esos otros estilo que nacen hoy quizás con un pueril deseo que quiere adquirir en exclusiva todas las patentes de autenticidad.
 
Juan Pasquau; Década de 1970;