viernes, 26 de junio de 2009

Recordando La Capilla De Nuestra Señora Del Gavellar O Guadalupe (Patrona De Úbeda)



Interior y Exterior de la Capilla Virgen de Guadalupe (Antes de 1983) Foto Felipe.

CUENTA LA TRADICIÓN que una noche, un honrado labrador llamado Juan Martínez vio sobre un montículo como brillaban tres lucecitas que parecían estrellas y oyó como una voz lo llamaba por su nombre:

Juan… Juan…

Asustado y después de haber señalado el lugar con tres piedras pasó la noche en vela rezando porque descomunales truenos rompían la paz del arroyo del Gavellar, a pesar de que la noche era clara y serena.



Al amanecer del día 8 de septiembre de 1381, encuentra dentro de aquella orza de barro con forma de campana, la imagen muy pequeña de María de Nazaret con la imagen del niño en brazos, la milagrosa imagen tomaría la advocación de Guadalupe, como la mujer de Juan Martínez.

Ante el portento fue a consultar con su confesor, un religioso de la Orden Trinitaria. Este aconseja que se olvide de ese hallazgo por si es obre del maligno. Sin embargo sabe que todo es obra del Espíritu Santo y lo pone en conocimiento de sus amigos y su mujer, Guadalupe.

La ciudad se sintió atraída y protegida por la nueva imagen milagrosa aparecida y no tardó en encomendarse a ella en todas las necesidades, en las lluvias abundantes y en las sequías prolongadas mayoritariamente campesina.

Se organizó una cofradía promoviendo visitas y Romerías al lugar de la aparición y se estableció el culto. A través de la cuesta y de Santa Eulalia se traía y llevaba a la milagrosa imagen de Stma. Virgen de Guadalupe, en cuantas necesidades afligían a la población.

Y la Virgen siempre ayudaba. “Nra. Señora de las Aguas” llegó a llamarse. Ya en 1665 se realizaron en Úbeda grandes festejos de agradecimiento de la Patrona.

En el año 1602, la Virgen esta por primera vez en la iglesia Matriz de la ciudad Santa María de los Reales Alcázares.

El hijo adoptivo de Úbeda Gines Torres Navarrete; asimismo lo afirma “…La iglesia mayor colegial, nació como vocera mayor del sentir de un pueblo, que en sus toques y en sus cultos fue siempre la primera y el espejo donde se miraban el resto de la iglesias parroquiales, iglesias menores, emitas, oratorios, etc. Santa María la Mayor de los Reales Alcázares, con su cabildo colegial salvar guardando la fe y las buenas costumbres de un pueblo, fue como un potente faro sobre una Loma elevado, derramando luz para el caminante de lo infinito y eterno. Santa María fue siempre la meta de una Virgen Chiquita, que caminando entre polvo y barro, quiso y pudo enjugar las lágrimas de unas gentes piadosas y laboriosas…”

Al igual que Ginés, Ruiz Prieto en su Historia Eclesiástica de Úbeda, nos afirma que en el año 1602: “…que esta vez se llevó a Santa María contra la voluntad de la Cofradía, no habiéndose jamás traído a dicha iglesia en cuantas veces ha sido sacada de su ermita, y siempre se había llevado a la iglesia o Monasterio donde la Cofradía acordaba; y en esta ocasión porque era Vicario un prebendado de dicha iglesia, a la fuerza lo hizo conducir a ella, de cuyo acto se hicieron con tiempo apelaciones y pacífica posesión del derecho en que estaba de traes la Santa Ymagen de la iglesia o monasterio que le pareciese…”

La antes Iglesia Mayor de Úbeda, fue beneficiada por Papas, Obispos, Nobles, Canónigos y Rejes. Y durante muchos años fue el centro religioso de la Ciudad Ubetenses.

A fin de que se subiera la imagen a cualquier templo o monasterio, desde 1602, el obispado del Santo Reino Jienense, ordenó que permaneciese de modo fijo en la Colegial de Santa María, siendo venerada en un principio en el claustro; en una capilla, del costado este, la antigua capilla de los Porcel, lo deducimos del testamento de Diego de Molina Ortiz, chantre, en el que manda que su cuerpo “…sea sepultado en la capilla que io tengo en la dicha iglesia/collegial sita en el claustro de ella con vocación de Nuestra Señora de Guadalupe…” [1]

Durante muchos años, la imagen de la Patrona de la ciudad permanecía en el trono durante su estancia en la iglesia mayor. No tenía una capilla donde recogerse y en la intimidad departir con sus hijos. Percatado de este fallo el Prior Monteagudo, en los finales del siglo XIX y principios del XX, cede a la Archicofradía la capilla de San Blas, que debidamente adecentada, sirve desde entonces a dicha hermandad.

La Capilla de la Virgen, en Santa María es el resultado de la unión en 1934, de tres antiguas capillas, la de San blas; la de bolas y la de cameros. Para así formar una sola, para convertise en un recinto más amplio, convertiéndose en uno de los rincines más evocadores y recatados tanto de la iglesia como de la ciudad.

El primer tramo es la antigua capilla de San Blas. Las Capillasdel muro norte o lado izquierdo presentan una gran uniformidad. Son tres y se corresponde con los tramos segundo, tercero y cuarto de esta nave lateral. Estas capillas, originariamente serían los tramos de las galerías sur del claustro. El vano de acceso, a la capilla de San Blas, se organiza con portada gótica sin ningún tipo de ornamento. Solo presenta arquivoltas y baquetones lisos.




Aspecto actual, del exterior de la Capilla Virgen de Guadalupe, en Santa María (Foto Eugenio Santabárbara).


Se cierra con una hermos reja del rejero Bartolomé. Reja que perteneció hasta los primeros años de 1940, a la actual capilla del Cristo de las Caidas; y que gracias al estudioso investigador local en heráldica, Juan Barranco, estamos al corriente, de que dicha reja presenta heráldica del Canónigo Chantre don Pedro de Cuevas.

El interior de la capilla presenta planta cuadrada con bóveda de crucería simple. Con decoración blasonada en la clave de la bóveda. El historiador Ruiz Prieto, apoyándose en el escudo de la clave afirmó que podría pertenecer a un Peñuela y Carvajal. Según afirma el investigador Juan Barranco, tal escudo pertenece a don Gil de Ortega y Sotomayor que desempeñó el cargo de canónigo Chantre de esta Colegial entre los años 1640 y 1656. don Gil fue el que mandó edificar la Casa del Obispo Canastero. Gil de Ortega fue sepultado en la Capilla de la Yedra de esta Colegial.

Vidriera con temas marianos, del interior de la Capilla. Foto Eugenio Santabárbara.


El segundo tramo, es la antigua capilla de la Bolas, su interior presenta planta cuadrada con bóveda de terceletes con florones decorados con bolas. Según Antonio Almagro, la portada que se abre al claustro es la más original del templo. Ofrece un arco apuntado con decoración de bolas y diamantes en las superficies con los escudos de los Vela, en las enjutas y se cierra con reja moderna del siglo XIX. Esta capilla fue fundada en el último tercio del siglo XV por el canónigo Tesorero de la Colegial don Pedro de Vela y Villar, que mandó grabar sus escudos en el interior y portada de la capilla. Uno de los arco altar del interior, con decoración de Bolas, se encuentra en la ventana de esta iglesia que da vista a la calle Arroyo de Santa María. Barranco nos hace notar que los escudos heráldicos usados por los Vela ubetenses son iguales a las de Barrionuevo. En el muro izquierdo se abre un ventanal con vidriera, realizada en 1951 y presenta temas marianos.

El tercer tramo pertenece a la antigua capilla de los Romano. De planta cuadrada, se cubre con bóveda de nervadura con decoración escultórica, representando a Dios Padre, en la clave y representación escultórica de animales en los arranques de la bóveda. Ruiz Prieto supone que ésta antigua capilla de los Romano debe ser la Capilla en la que se reunía la Cofradía de los Honrados Viejos del Salvador, por la representación en la clave de Dios Padre. Esta Cofradía fue fundada en 1392.

Su portada que se abre al claustro, está cegada y está formada por arco apuntado sobre baquetones. En su muro derecho se alza un altar con decoración de bolas y en el testero de este se levanta un retablo en estilo neogótico, tallado en 1939, por el escultor de Mancha Real don Fernando Cruz Muñoz. En el centro alberga la sagrada imagen de la patrona de la ciudad. La talla es una copial fiel de la anterior aparecida, según la tradición, en el año 1381 al pastor Juan Martínez en el Gavellar. Se maneja varias hipótesis, de que esta imagen, de origen visigótico, se salvó en los trágicos sucesos acaecidos en 1938, por alguien que la escondió. Desde aquel entonces, nadie sabe del aparadero de la imagen. Así que en septiembre de 1939, el escultor Fernando Cruz realizó una copia exacta de la desaparecida y es la que veneramos actualmente.

Cabe decir, que en el mes de agosto de 1939, mi tio abuelo el artista Blas Martínez Arjona también realizó otra imagen de la Virgen de Guadalupe, mejor conseguida que la que veneramos, aunque no pudo ser de propiedad de la Real Archicofradía, ya que estaba encargada la del escultor Cruz Muñoz.

María es símbolo de la Iglesia y de la historia de la salvación, como Madre de Jesús.

De Joaquin y Santa Ana nació una niña, flor de la tierra y estrella del cielo y le llamarón María. Según Montes Bardo dice en el IV congreso sobre humanismo y renacimiento, página 78, acerca de Nuestra Señora de Guadalupe: por su tamaño responde al tipo de Virgen itinerante, bajo medieval, de las que portaban los ejércitos cristianos como númen protector en sus campañas. Al estar sentada en silla, que no en trono, la hace gótica: como el diálogo que entabla con su hijo. El detalle de la mano derecha adherida al muslo, la aproxima al primer gótico, como el estofado que tuvo, y en la página 79: Es una Virgen majestad, coronada, y por tanto con un origen tipológico de Bizancio donde, se fijaban los dogmas, se perfila también la iconografía cristiana. Se nos muestra en la Edad Media: como reina majestuosa, junto al Señor Majestad.

Espinosa, en el capítulo XIº de la Historia de Nuestra Señora de guadalupe, año de 1705 dice con respecto al nombre de Guadalupe del Gavellar: “Fue aparecida sobre una espigas muy fértiles o gavillas de trigo. Y por eso especialmente tomó el nombre de Gabellar, que significa y quiere decir Nuestra Señora de las Mieses y de las Gavillas, y se conoce el que es firme Labradora”.

El templo de Santa María albergaba durante el verano la sagrada imagen de la Virgen de Guadalupe. Su claustro, obra del gótico tardío. Era testigo mudo de los pasos sonoros, presurosos unos y cansados otros, de los Ubetenses en busca de ayuda en su Madre del Gavellar, Guadalupe. Durante los meses de verano aquí en la capilla que hemos estudiado, recibía la veneración y las oraciones de sus hijos, los Ubetenses. Desde Julio de 1983[2] hace veinti y seís años seguimos esperando con paciencia, que la iglesia pueda abrirse al culto[3] y vea bajo sus bellas y rescatadas piedras a los Ubetenses, rezar a su Patrona[4].





Desde el verano de 1984 hasta el verano de 1997, tuvo su estancia canónica en el crucero barroco de la iglesia de la Stma. Trinidad. Desde el año 1998, hasta el año 2003, su estancia canónica fue el Altar Mayor de San Pedro. Desde Agosto de 1983, este templo hace las funciones de la Iglesia de Santa María de los Reales Alcázares (Parroquia Santa María-San Pablo) y desde el año 2004, hasta nuestro días, es el templo de San Pablo, el que acoge tan bella reliquía.

[1] AHMU, PPN 13/mayo/1626; f. 72.





[2] Años después de su clausura, en los últimos días del mes de Abril de 1998, la parroquia restaura las campanas de los campanarios de la iglesia. El 1 de Mayo, en la Romería, se hace por primera vez el volteo de campanas y se canta en el claustro, una Salve a la Virgen de Guadalupe, en reivindicación de su antigua sede. Desde ese año, hasta ahora, cuando es día de Romería, la Archicofradía de la Virgen de Guadalupe con su imagen, requiere la apertura de su antigua sede canónica, unos años ha sido dentro del templo, delante de su antigua capilla y otros años en el exterior.




[3] El 18 de Mayo de 2003, la iglesia abre sus puertas por unas horas al publico, ya que la Asociación Amigos de la Música y el Excmo. Ayuntamiento organizan un concierto de música sacra en la que actuó la Agrupación Coral Ubetense y Coral Úbeda Joven. La gran ocasión de entrar en la Iglesia, se hizo realidad. Apresurada y polémica realidad.

[4] Desde el pasado 18 de Julio de 1983, los ciudadanos de Úbeda, tenemos una espina clavada en el corazón. Numerosas generaciones todavía no conocen uno de los monumentos más representativos del Renacimiento, como es Santa María de los Reales Alcázares. Las últimas informaciones apuntan hacia la previsión de su apertura a mediados del año 2012. Aunque si colaborase en la última fase el Obispado y Cofradías, podría estar terminada antes.

jueves, 25 de junio de 2009

SANTA MARÍA DE LOS REALES ALCÁZARES, ALMACÉN DE ESTILOS ARQUITECTÓNICOS. PARTE 2

La Iglesia actual es el resultado de numerosos procesos constructivos, y de tal forma se han incorporado elementos a ésta, que algunos críticos han afirmado: «...Este templo ofrece la especialidad de encontrarse en él todos lo géneros de arquitectura y hasta otros que no ha dado a conocer el arte».
Sección transversal de las cinco naves del templo.



Dos aspectos del Interior. Antes de 1983 y en el 2.008.

De las iglesias de la ciudad asentadas sobre mezquitas, únicamente la iglesia de Santa María conserva en el juego espacial y en la ubicación de los soportes de las cinco naves un cierto aire de la disposición de las naves de la mezquita que tras un rápido vistazo no pasa inadvertido.


Dos aspectos de la nave central ( Antes de 1983, arriba; en el año 2008, abajo.)


El interior resulta un tanto destartalado por los añadidos que ha ido sufriendo a lo largo de los años. Sin una tipología de planta unitaria, lo que domina es una sensación de añadidos que le han dado un aspecto de conjunto desigual, resultado de un larguísimo proceso de construcción que abarca desde los siglos XIV-XV, XIX e incluso el XXI.


Aunque, en conjunto, resulta una extraña tipología nada convencional, salvando los elementos arquitectónicos, el espacio interior se correspondería con una mezquita en la que bien podría ser el claustro el patio de abluciones y las naves del templo el iwán.

Estamos ante un auténtico y recóndito espacio sagrado; calificable de macrocósmico por la complejidad de añadidos (las arcadas datan del año 1396 y posterior reconstrucción años 1.992 a 1999, son de estilo gótico-mudéjar sevillano), tres espaciosas naves y dos laterales, a las que se abren un elevadísimo conjunto de capillas, casi todas de un Gótico tardío de finales del siglo XV principios del siglo XVI. Se cubre con un artesonado mudéjar de nueva construcción. El templo bien puede definirse como de aspecto extenso, luminoso y goticista.




martes, 23 de junio de 2009

El 29 de septiembre de 1233 el rey San Fernando III...

La Puerta De San Fernando.
El 29 de septiembre de 1233 el rey San Fernando III[1] con su corte entró a la mezquita mayor de la ciudad por la puerta principal de la misma, para celebrar la victoria de la reconquista de la ciudad y consagrar la mezquita en iglesia católica, al cual dieron el nombre de la iglesia mayor de Nuestra Señora de los Reales Alcázares y Nuestra Señora de la Asunción.
El acto de la consagración del templo se realizó en el mismo lugar que hoy ocupa el Altar Mayor de la Iglesia.
La consagración al culto fue realizado por el Arzobispo de Toledo, Don Rodrigo Ximénez de Rada.
En conmemoración a aquel solemne día y en recuerdo al santo rey se puso su escudo de armas en la fachada norte de la mezquita sobre el portillo principal árabe, la llamada puerta de San Fernando, en un estudio de investigación sobre la misma, realizado por el escritor ubedí y caballero 24; Juan Barranco Delgado.

La puerta de San Fernando fue ocultada en 1612, tras la edificación de la actual fachada de la Adoración de la clausurada iglesia de Santa María de los Reales Alcázares. Conservada en perfectas condiciones, fue la puerta de acceso desde la ciudad a la clausurada iglesia. Es reedificada posteriormente en estilo románico, hoy aparece incluido dentro de una de las dependencias que en un futuro será la nueva sacristía de la iglesia, una vez que finalicen las interminables obras del templo. El escudo oculto en el siglo XVII fue descubierto e instalado en su actual ubicación, por Alejandro Monteagudo, [2]Prior de la Iglesia en el siglo XIX.

Como ya hemos visto, Santa María es la iglesia más unida a la historia de Úbeda, es sin duda la Antigua Colegiata de la ciudad. Fue la tercera iglesia más importante en dignidad del Santo Reino y sigue cerrada, desde 1983 al culto, debido a unas interminables, y no siempre certeras, obras de restauración. El templo data de los siglos XIII; XIV; XVI; XVIII; XIX e incluso pertenece al siglo XXI, por el nuevo aspecto que presenta su interior, debido a la consabida restauración. En ella conviven armoniosamente todos los estilos incluso los que no ha dado conocer el arte. Lo más interesante son sus fachadas, el bellísimo claustro, las capillas del interior y la rica rejería del interior.

[1] Fernando III de Borgoña, llamado el Santo, fue Rey de Castilla (12171252) y de León (12301252). Es también conocido como Santo Rey Don Fernando, que fue canonizado por la Iglesia Católica en 1671, siendo papa Clemente X .
Hijo del rey
Alfonso IX de León y de Berenguela de Castilla, el Papa Inocencio III en 1204 declaró nulo el matrimonio alegando el parentesco de los cónyuges, tras lo cual Berenguela volvió a la corte de su padre (el rey de Castilla) con todos sus hijos.
Tras la temprana muerte del rey de Castilla
Enrique I, hermano menor de su madre y la abdicación de ésta, obtiene en 1217 el reino de Castilla. Una vez nombrado rey, tuvo que enfrentarse a la casa de los Lara por una revuelta nobiliaria, fomentada por el vecino rey de reino de León. Contrae matrimonio con Beatriz de Suabia (1219). A partir de 1224, aprovechando las discordias surgidas entre los almohades a la muerte de Abu Yacub Yusuf, dedicó su esfuerzo a dirigir las campañas de conquista de los territorios dominados por los musulmanes, combinando hábilmente las acciones diplomáticas con beneficiosas intervenciones bélicas que se valían de las discordias existentes en los distintos reinos musulmanes. Así, entre 1225 y 1227 las tropas castellanas conquistan Andújar, Martos y Baeza, lugares clave para la conquista de Andalucía.
Tras lograr la unión de sus reinos, se dedica de manera sistemática a la conquista del valle del Guadalquivir. En 1231 conquistó el pueblo de
Cazorla en Jaén, junto al arzobispo de Toledo, Don Rodrigo Jiménez de Rada. En los años siguientes cayó Úbeda, en 1233. Y Córdoba en 1236. Desde entonces fue avanzando por el Guadalquivir. Jaén es conquistada tras años de ataques en 1246 y en noviembre del año 1248 se apodera de Sevilla, tras quince meses de asedio y con el auxilio del marino Ramón de Bonifaz, a quien el rey había encargado en 1247 la formación de una flota con naves procedentes del Cantábrico y con la que habría de remontar el río Guadalquivir y completar el cerco sobre la ciudad. A la toma de Sevilla siguió la de Medina Sidonia y Arcos de la Frontera entre otras. Cuando falleció en 1252, preparaba una expedición contra el norte de África, tratando de evitar las posibles amenazas que pudieran proceder de esa zona.

[2] Desde el siglo XIII hasta el siglo XIX, fue iglesia Colegial, obteniendo el templo muchos privilegios.