martes, 3 de mayo de 2011

LA CAÍDA REIVINDICA VOLVER A OCUPAR LA CAPILLA DE LA YEDRA

El Cristo de la Caída en la capilla de la Yedra en 1947 (Foto Pema).


NOTA DE PRENSA DE LA COFRADÍA.







LA CAÍDA REIVINDICA VOLVER A OCUPAR LA CAPILLA DE LA YEDRA
2 de mayo de 2011
NOTA DE PRENSA DE LA COFRADÍA.
Históricamente, desde su llegada a Úbeda en 1943 y hasta 1966, el Cristo de la Caída, ocupó la Capilla de la Yedra de la Colegiata de Santa María de los Reales Alcázares. Esta capilla, es parte fundamental de la Historia de nuestra cofradía. En ella se han sucedido parte de los acontecimientos más emotivos de su pasado.
Cuando en 1983 la Iglesia se cierra al culto para acometer las obras de restauración, la cofradía ocupaba la Capilla de San Gregorio, situada en la nave derecha de la misma. Los motivos que llevaron a abandonar la histórica capilla de la Yedra, allá por los años sesenta, no fueron otros que, al ocupar la Cofradía dos capillas, la ya comentada de la Yedra con la imagen del Cristo y la de San Gregorio con el Trono de plata en el que hoy procesiona Nuestra Señora de la Amargura, el párroco de por aquel entonces solicitó que la Cofradía ocupase sólo una de ellas, y, al no poder acceder con el trono a la capilla de la Yedra debido a la reja, se optó por subir la talla de nuestro Cristo de la Caída a este, quedando ocupada sólo una de las dos capillas que la Cofradía ocupaba. Ésta capilla se habituaba perfectamente por sus dimensiones y por carecer de reja que entorpeciera la ocupación completa por parte de la cofradía, sobre todo en las dificultosas tareas de movimiento del trono.
Pero la intención de nuestra hermandad siempre fue recuperar parte de su historia, de evocar su pasado y de ocupar el lugar que le correspondía. Por ello, durante este interminable periodo de obras, se han ido dando minuciosos pasos encaminados a recuperar la capilla de la Yedra como titular de la cofradía una vez que el templo volviera a recibir culto.
Así, en los años noventa, se redactó una solicitud que contó con el visto bueno del que, por entonces, era vicario de Úbeda, D. José Lomas Mayas, y, posteriormente, se mantuvieron encuentros con el actual párroco y capellán, D. José Araque Quesada.
Todo parecía ir por el buen camino, en ningún momento se nos pusieron trabas ni obstáculos y la cofradía, de buena fe, dio por hecho que recuperaría su histórica capilla.
Sin embargo, nuestra sorpresa llegó hace poco tiempo, cuando nos llegaron ciertos rumores de que no se nos concedería, finalmente, nuestra ansiada capilla. El motivo: que la Iglesia iba a ser convertida en Basílica y que los trámites, según el mencionado párroco, conllevaban la obligatoriedad de adecuar un espacio para un coro.
Éste coro podría haber sido situado en cualquier espacio del templo, el más adecuado, su espacio central, tal y como está situado en gran cantidad de catedrales, como por ejemplo la de Baeza, sin embargo, nuestro párroco, pensó que el lugar más idóneo sería la Capilla de la Yedra, olvidando por completo su pertenencia histórica a nuestra cofradía y las promesas que se habían efectuado tiempo atrás.
Por todo esto, y dejando clara nuestra disconformidad con la forma en la que se ha llevado a cabo todo el proceso, la Cofradía ha vuelto a ser recluida a la Capilla de San Gregorio, donde, muy a su pesar, volverá a recibir culto.
Nuestros esfuerzos y nuestra ilusión irán orientados a adecuar de la mejor manera posible dicha capilla para que Nuestro Padre Jesús de la Caída reciba el culto y el honor que merece, y que su mirada se oriente siempre a la que fue y debió volver a ser, su casa, la Capilla de la Yedra.

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