En arquitectura religiosa se
denomina tribuna a la galería elevada, usualmente en un primer piso, encima de
las naves laterales de los templos, con su misma longitud y anchura y abierta a
la nave central, donde pueden situarse los fieles. Estaba destinada a separar
determinados grupos del resto de la población en las celebraciones litúrgicas
(mujeres, nobles, etc...)
Como todo sabemos los emparedamientos (*)eran una especie de
conventos sin reglas monásticas específicas, donde se agrupaban mujeres de
distinto estado y condición, en especial pobres, para vivir en comunidad y
ofrecer sus oraciones al Creador.
Así el historiador Torres Navarrete (3) nos dice que existieron en la
ciudad diversos establecimientos religiosos compuestos por mujeres de diversa
condición y edad, los cuales se situaban en las parroquias de Santo Tomás, Santo
Domingo, San Pedro, San Millán y Santa María.
Por el profesor en arte Antonio Almagro (4) nos relata: “…Fuera de
la Capilla de la Virgen de Guadalupe, a su izquierda, se abre el segundo de los
accesos desde el claustro al interior. Sobre el existió hasta hace poco años una tribuna que permitía
asistir a las celebraciones del templo desde el vecino emparedamiento…”.
Según nos afirma el
investigador Juan Barranco, de todos los emparedamientos que hubo en la ciudad
sólo se tiene documentación algo extensa sobre sus patronos del fundado por
doña Mencía López de Zambrana, este estuvo situado en la Plaza Vázquez de
Molina, en el edificio que actualmente ocupan los juzgados. Así, las
componentes de esta comunidad seglar parece ser que se regían por la regla de
la Orden Tercera de San Francisco (2).
En la primera foto que
acompaña el texto, gentileza de Pedro Mariano Herrador, realizada entre los
años 1927 o 1928, por el fotógrafo José
Ventura. En esta misma instantánea podemos ver en primer plano, el desaparecido
grupo escultórico de la Virgen de los Dolores, San Juan y La Verónica, en
segundo lugar podemos ver a la izquierda, el antiguo aspecto de la Capilla de
la Virgen de Guadalupe sin reja y arco altar de bolas (1), y por último a la derecha el segundo acceso de la iglesia al
claustro con su antiguo puerta de madera rematada con crestería y sobre estaba
situada la tribuna del emparedamiento vecino hoy actuales juzgados.
En la primera foto que
acompaña el texto, gentileza de Pedro Mariano Herrador, realizada entre los
años 1927 o 1928, por el fotógrafo José
Ventura. En esta misma instantánea podemos ver en primer plano, el desaparecido
grupo escultórico de la Virgen de los Dolores, San Juan y La Verónica, en
segundo lugar podemos ver a la izquierda, el antiguo aspecto de la Capilla de
la Virgen de Guadalupe sin reja y arco altar de bolas (1), y por último a la derecha el segundo acceso de la iglesia al
claustro con su antiguo puerta de madera rematada con crestería y sobre estaba
situada la tribuna del emparedamiento vecino hoy actuales juzgados.
Aspecto actual donde en la actualidad no queda restos de la Tribuna. Imágenes de la Cofradia de Jesús Nazareno. Semana Santa 2022. |
A este emparedamiento se le llamó también Casa
de los Abades, por haberse servido de ella los abades de la Universidad de
Priores y Beneficiados de Úbeda. Desde 1723 ya desaparecido el emparedamiento
pasó a ser denominado Cárcel del Obispo, que anteriormente estaba en la calle
de las Parras.
Esta Tribuna es tapiada el 5 de Agosto de 1944, ya que en esta fecha
el inmueble es adquirido por el
Ayuntamiento de la ciudad a su última propietaria Magdalena Orozco y Esteban.
Años después, entre 1950 y
1963, se procede a la remodelación o pérdida del edificio original por Bellas
Artes, siendo consejero local Rafael Vañó Silvestre. El edificio original
destruido en tiempos de la Dictadura, se organizaba en torno a un patio central
de planta cuadrada, porticado con arcos apuntados sobre pilastras. El mismo
quedaba de cierto modo eclipsado, en cuyo fondo se contemplaba impecable una
puerta o postigo con su soberbia muralla, una de las que daba paso otrora al
barrio del Alcázar.
Tras la finalización de este
grave atentado patrimonial, en noviembre de 1969, es inaugurado en este nuevo
edificio los juzgados de primera instancia.
Muchos años después en pleno
siglo XXI, recién declarada la ciudad
por la UNESCO, junto a Baeza; Patrimonio de la Humanidad, en Julio de
2003 comienza nuevas obras de adaptación en el inmueble, de un edificio de
nueva planta, acorde con las necesidades actuales.
Al comienzo de las obras, el 25 de Agosto de
2003, se encuentra los restos arqueológicos, del antiguo edificio que no se
llegó a respetar. Además se hizo desaparecer la tribuna del edificio citado que
daba a la nave lateral de la Iglesia de Santa María de los Reales Alcázares a
través de la cual las seglares del Beaterio oían misa.
Debido, a las últimas obras
de nueva planta, la asociación Caballeros Veinticuatro, integrada por un grupo de ubetenses muy
vinculados a su ciudad, critica el muro lateral del edificio nuevo de los
juzgados, que ha sido construido recientemente como parte de las obras de nueva
planta de este inmueble, y cuyo aspecto es bastante modernista con respecto al
entorno monumental en el que se encuentra. Concretamente, se trata de una pared
compuesta de grandes losas que se alternan formando vanos, a modo de celdillas
de una colmena o como una celosía, y que ha dado lugar a cierto movimiento social
en su contra, recibiendo las críticas continuadas de diferentes sectores
ciudadanos.
Los Caballeros Veinticuatro, antes de que
finalizó la intervención, redactaron un escrito mostrando su más absoluta
repulsa y que ha sido remitido al alcalde y al concejal de Obras de la ciudad,
así como a la delegada provincial de Cultura, consejero de Cultura, Defensor
del Pueblo Andaluz, y al Comité Español del Consejo Internacional de Monumentos
y Sitios (Icomos), una organización no gubernamental que se encarga de asesorar
a la UNESCO en temas de Patrimonio de la Humanidad.
Los principios de este
colectivo es que el muro en cuestión es de un estilo vanguardista que nada
tiene que ver con la zona en la que se encuentra, nada menos que frente a un
palacio renacentista y en la plaza más monumental y emblemática de la ciudad.
Así, el alcalde no se mostró contradictorio a esta construcción, a la vez que
afirmó que nada podía hacer porque la obra tiene todos los informes, requisitos
y permisos necesarios, tanto de los actuales técnicos del Ayuntamiento como de
los de la Delegación Provincial de Cultura y la Dirección General de Bienes
Culturales de la Junta de Andalucía.
De la misma forma, consideran que esta
estructura, con su tremendo impacto, vulnera la consonancia y pureza del
entorno histórico, y que «más de uno se va a sentir atraído a escalar el muro,
por lo fácil que lo pone su textura, con el peligro que ello conlleva». También
piensan los Caballeros que esa gran cantidad de huecos invita a tirar o lanzar
piedras u otros objetos para encestar, «con lo que se conseguiría un muladar
colgante en plena zona monumental», además del problema que podría darse de
anidamiento de aves.
Aunque ya ha sido demasiado
tarde, por motivo de que las obras de adecuación del edificio, han terminado.
Siendo, a mi juicio, una moderna sede de juzgados de primera y segunda
instancia, tan necesaria para las competitividades del siglo XXI. Cuya
remodelación ha respetado el único elemento original del edificio, su fachada y
el escudo episcopal, y la misma, según mi opinión, ha sido menos grave a la
realizada en los años sesenta. Ya que como he dicho anteriormente, su muralla árabe, patio mudéjar y portillo
morisco, fue pasto de la piqueta.
Descripción
del Edifico, por Consejería de turismo, regeneración, justicia y administración
local de la Junta de Andalucía.
La sede judicial de Úbeda
ocupa la antigua Casa de los Abades, edificio del siglo XVI, momento de mayor
esplendor cultural de la ciudad, que fue construido para acoger un beaterio
femenino. En 1614 se inició la fachada actual y a finales del siglo XVIII, como
Cárcel del Obispo, fue reformado. Tras unas primeras obras de adaptación del edificio
para su uso judicial llevadas a cabo en 1960, una reforma integral ha permitido
albergar en él los órganos y servicios de la Administración de Justicia del
Partido Judicial de Úbeda y está en funcionamiento desde 2005.
El valor arquitectónico del
inmueble y su situación, en la plaza Vázquez de Molina, representativo espacio público del Centro Histórico de
Úbeda, han condicionado la reforma.
La organización del edificio
alrededor de un patio se ha potenciado al concebir el principal espacio central
como vestíbulo y fuente de luz natural, cubierto por una liviana estructura
metálica y un lucernario. En torno a él se han organizado todas sus
dependencias, conservándose los elementos originales, previos a la reforma de
los años sesenta. Destaca el relabrado del muro de fachada a la calle Santa
María con elementos pétreos que posibilita la entrada de luz natural a las
estancias interiores.
En planta baja se han
situado las dependencias de mayor afluencia de público, Registro Civil, con
Sala de Bodas, Servicios Comunes del Partido Judicial, Clínica Médico-Forense y
Sala de Vistas. La planta superior alberga las dependencias judiciales y
fiscales, con los espacios de oficina abiertos a dos de las galerías que
circundan el patio.
Entre ambas plantas, una
escalera inscrita en el patio y un ascensor paralelo a ella constituyen el
núcleo de comunicación vertical del edificio para todo tipo de usuarios.
(1). La Capilla de la Virgen, en
Santa María es el resultado de la unión en 1934, de tres antiguas capillas, la
de San Blas; la de Bolas y la de cameros. Para así formar una sola, para
convertise en un recinto más amplio, convirtiéndose en uno de los rincones más
evocadores y recatados tanto de la iglesia como de la ciudad.
El primer tramo es la antigua capilla
de San Blas. Las Capillas del muro norte o lado izquierdo presentan una gran
uniformidad. Son tres y se corresponde con los tramos segundo, tercero y cuarto
de esta nave lateral. Estas capillas, originariamente serían los tramos de las
galerías sur del claustro. El vano de acceso, a la capilla de San Blas, se
organiza con portada gótica sin ningún tipo de ornamento. Solo presenta
arquivoltas y baquetones lisos.
Se cierra con una hermosa reja del
rejero Bartolomé. Reja que perteneció hasta los primeros años de 1940, a la
actual capilla del Cristo de las Caídas; y que gracias al estudioso
investigador local en heráldica, Juan Barranco, estamos al corriente, de que
dicha reja presenta heráldica del Canónigo Chantre don Pedro de Cuevas.
El interior de la capilla presenta
planta cuadrada con bóveda de crucería simple. Con decoración blasonada en la
clave de la bóveda. El historiador Ruiz Prieto, apoyándose en el escudo de la
clave afirmó que podría pertenecer a un Peñuela y Carvajal. Según afirma el
investigador Juan Barranco, tal escudo pertenece a don Gil de Ortega y
Sotomayor que desempeñó el cargo de canónigo Chantre de esta Colegial entre los
años 1640 y 1656. Don Gil fue el que mandó edificar la Casa del Obispo
Canastero. Gil de Ortega fue sepultado en la Capilla de la Yedra de esta
Colegial.
El segundo tramo, es la antigua
capilla de la Bolas, su interior presenta planta cuadrada con bóveda de
terceletes con florones decorados con bolas. Según Antonio Almagro, la portada
que se abre al claustro es la más original del templo. Ofrece un arco apuntado
con decoración de bolas y diamantes en las superficies con los escudos de los
Vela, en las enjutas y se cierra con reja moderna del siglo XIX. Esta capilla
fue fundada en el último tercio del siglo XV por el canónigo Tesorero de la
Colegial don Pedro de Vela y Villar, que mandó grabar sus escudos en el
interior y portada de la capilla. Uno de los arco altar del interior, con
decoración de Bolas, se encuentra en la ventana de esta iglesia que da vista a
la calle Arroyo de Santa María. Barranco nos hace notar que los escudos
heráldicos usados por los Vela ubetenses son iguales a las de Barrionuevo. En
el muro izquierdo se abre un ventanal con vidriera, realizada en 1951 y
presenta temas marianos.
El tercer tramo pertenece a la
antigua capilla de los Romano. De planta cuadrada, se cubre con bóveda de
nervadura con decoración escultórica, representando a Dios Padre, en la clave y
representación escultórica de animales en los arranques de la bóveda. Ruiz
Prieto supone que ésta antigua capilla de los Romano debe ser la Capilla en la
que se reunía la Cofradía de los Honrados Viejos del Salvador, por la
representación en la clave de Dios Padre. Esta Cofradía fue fundada en 1392.
Su portada que se abre al claustro,
está cegada y está formada por arco apuntado sobre baquetones. En su muro
derecho se alza un altar con decoración de bolas y en el testero de este se
levanta un retablo en estilo neogótico, tallado en 1939, por el escultor de
Mancha Real don Fernando Cruz Muñoz. En el centro alberga la sagrada imagen de
la patrona de la ciudad. La talla es una copia fiel de la anterior aparecida,
según la tradición, en el año 1381 al pastor Juan Martínez en el Gavellar. Se
maneja varias hipótesis, de que esta imagen, de origen visigótico, se salvó en
los trágicos sucesos acaecidos en 1938, por alguien que la escondió. Desde
aquel entonces, nadie sabe del aparadero de la imagen. Así que en septiembre de
1939, el escultor Fernando Cruz realizó una copia exacta de la desaparecida y
es la que veneramos actualmente.
(2)Los antiguos emparedamientos.
Juan Barranco Delgado. Págs. 26-28. Anuario núm. 2. año 2.000.
[3]Historia de Úbeda en sus
documentos, tomo III. Pág. 365. Ginés Torres Navarrete.
(4) Santa María de los Reales
Alcázares. Antonio Almagro García. 1989.
(*) EMPAREDAMIENTO: Este concepto
de clausura, eran de dos tipos:
- El que hemos visto en este
relato, como recogidas de mujeres de aspecto religioso.
- Anteriormente tenía carácter de
castigo que se imponían a las mujeres por sus faltas o delitos cometidos.
Juan Ángel López Barrionuevo.
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